Space Needle

A una altura de vértigo: uso nocturno de alta presión con cuerda

Después de limpiar las cabezas de los presidentes del monte Rushmore en 2005, en mayo y junio nos ocupamos de otro símbolo americano: la Space Needle de Seattle, en el Estado de Washington. El edificio de 184 m de alto fue limpiado a fondo con limpiadoras de alta presión y se le liberó de su suciedad, que en su mayoría estaba muy incrustada. Los trabajos tardaron en realizarse ocho semanas.

«Para nosotros tiene un valor inestimable que Kärcher, con sus conocimientos técnicos y su técnica de limpieza respetuosa con el medio ambiente, se haya comprometido con nuestro símbolo», afirma Peter Beck, de la administración de la Space Needle. «Nos congratulamos de que la Space Needle vuelva a ser brillante».

Limpieza de acero con suciedad fuertemente incrustada

En los trabajos se empleó agua limpia, sin aditivos de sustancias químicas, que fue calentada por tres limpiadoras de alta presión de agua caliente de accionamiento eléctrico hasta alcanzar 90 °C. A continuación, se aplicó sobre las superficies que debían limpiarse con una presión de 180 bar. Con el paso de los años, sobre el acero barnizado se habían acumulado contaminación procedente de emisiones, excrementos de ave y capas de suciedad grasienta. Para no interrumpir el funcionamiento continuo del edificio, con sus 1,3 millones de visitantes al año, se trabajó en turnos nocturnos por primera vez en un proyecto de limpieza de Kärcher. Los técnicos de aplicaciones Thorsten Möwes y su equipo, equipados con luces en la cabeza, se deslizaron con cuerdas desde el piso superior de la torre. Los trabajos, en ocasiones casi acrobáticos, se realizaban entre las 23:00 h y las primeras horas de la mañana del día siguiente. «Además del trabajo nocturno, el acceso a los pisos de la parte inferior de la cesta de la torre de tres pisos fue un desafío especial, ya que tuvo que accederse a los mismos de manera horizontal», narra Thorsten Möwes. «A una altura de 150 m, a veces también hacía bastante viento, pero tan solo tuvimos que interrumpir los trabajos un par de veces, cuando la velocidad del aire se midió en más de 80 km/h en la Space Needle».

El equipo alemán y americano se complementa perfectamente

Este proyecto de gran volumen recibió el apoyo de nuestros técnicos de servicio de C-Tech, Derek Knight y Doug Yates, de dos técnicos de la Space Needle y de cinco técnicos de acceso con cuerdas de la empresa americana Skala Group. «El ambiente en nuestro equipo alemán y americano era fantástico; desde el principio colaboramos sin ningún problema», comenta Thorsten Möwes. También fue muy positivo el eco que se hizo la prensa de nuestra acción de limpieza. Se hicieron cientos de contribuciones sobre nuestro compromiso en emisiones de televisión y radio, así como en publicaciones diarias y semanales.